
¿Te has dado cuenta de que cuando criticas a alguien, en realidad no estás describiendo al otro… sino que estás proyectando una parte de ti?
Así es, cada juicio que lanzamos es como si se lo lanzaras a un espejo.
Ésto significa que es un reflejo de aquello que negamos, reprimimos o que aún no hemos sanado.
La crítica es, muchas veces, una confesión disfrazada.
Es decir, cando señalas la inseguridad, la arrogancia o el egoísmo en alguien más, lo que realmente estás demostrando es que dentro de ti existe una herida, una carencia o una sombra que pide ser observada.
Por otro lado, ésto no se trata de justificar el comportamiento de los demás, sino más bien de entender que la forma en la que percibes al otro dice mucho más de tu propio estado interno.
Esto es así porque la mente solo puede ver lo que ya conoce.
Y si lo reconoces en otro… es porque, en algún nivel, también vive en ti.
Entonces, debes observar cualquier crítica realizada como una oportunidad.
Y cada vez que juzgues, puedes preguntarte:
👉 ¿Qué parte de mí me está mostrando esta reacción?
👉 ¿Qué necesito sanar, aceptar o transformar para que esto deje de afectarme?
Una vez que lo entiendes, descubres que los demás no son tus enemigos, sino tus maestros disfrazados.
Y que lo que hoy criticas afuera… es justo lo que necesitas aceptar y abrazar dentro de ti.
Ya no busques respuestas afuera… están dentro de ti.
Si esta reflexión resonó contigo, quiero decirte algo muy importante: en mi libro El arte oculto de dominar tu mente y transformar la realidad comparto con más detalle cómo funciona tu mente y cómo reprogramarla para que deje de limitarte y empiece a trabajar a tu favor.
Si ya sientes que es tu momento de dar un paso más profundo en este camino, ese libro puede convertirse en tu guía.
Léelo con calma, intégralo en tu día a día y descubrirás que tú siempre has tenido el poder en tus manos.
Por otro lado si ya estas listo y deseas un avance mucho más rápido, efectivo y además personalizado agenda conmigo una Consultoría y Coaching personalizado.